El Universo de Athena

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Capítulo 64

—He aceptado la solicitud de cooperación de Sir Sid Black, el ministro de finanzas del Reino de Conter.

—¿De Jedia Teneb?

—¿Es extraño?

La puerta interior del salón se abrió. Jedia Teneb abrió la puerta y miró a Eliana con su habitual rostro inexpresivo.

Eliana ladeó la cabeza y se rio.

—No, es simplemente inesperado. ¿No prometió Jedia su lealtad a su jefe, Sir Gangston? No pensé que fueras del tipo que es lo suficientemente flexible como para escuchar al ministro de finanzas del reino vecino.

Jedia no pudo responder a las palabras de Eliana, quien sabía muy bien cómo era él. Como tal, Ulysses abrió la boca en su lugar.

—Cuando tu superior se convierte en una persona a la que ya no puedes respetar, las cosas cambian.

—¿Conde Gangston Bluer?

—Es un incidente que está separado de este caso. Durante mucho tiempo, él había estado filtrando los datos del Ministerio de Finanzas en alguna parte. Encontré algunos papeles quemados en la oficina de John Jordian hoy.

—¿Gangston Bluer estaba vendiendo información a John Jordian?

Jedia asintió. Ulysses siguió hablando.

—John Jordian siempre conocería las decisiones importantes de los Ministerios de Finanzas de ambos países, las cuales no debería conocer por muy buen hombre de negocios que fuera, por lo que el conde Sid Black seguía teniendo dudas al respecto.

—Ha habido varias solicitudes oficiales para investigar el Ministerio de Finanzas. Internamente, se consideró desconfianza en el Ministerio de Finanzas de nuestra familia real, por lo que lo ignoramos.

—Sin embargo, descubriste que no fue una coincidencia hoy.

Jedia asintió una vez más. Se veía miserable. Hoy era el día en que había confirmado con sus propios ojos que tanto el superior en el que confiaba como un estudiante de último año de la misma escuela habían cometido actos deshonestos.

Uno de ellos aceptó sobornos y filtró asuntos confidenciales, mientras que el otro mató a un hombre. No tenía ninguna razón para no ayudar a Ulysses y Gillian.

Era porque él también necesitaba saber. ¿Por qué ocurrió tal incidente y por qué cayeron las personas destacadas a su alrededor?

Jedia parecía algo resentido. Eliana se acercó a él y siguió hablando.

—No estoy diciendo que lo que hicieron estuvo bien, pero no habrían tomado una decisión tan extrema si tal situación no hubiera ocurrido. Alguien instigó esto y los obligó a moverse en su lugar. Esa es la razón por la que yo estoy defendiendo a Jackson Seamus.

—Pero no puedo perdonarlos.

—No hay necesidad de que los perdones. Para ti, que no permites que otros estén a tu lado fácilmente, deben haber sido personas importantes.

Ante las palabras de Eliana, Jedia cerró los ojos con fuerza. Su expresión se parecía a la de Troy, que se había derrumbado. Eliana le tendió la mano.

—Ahora que lo pienso, ahora solo lo estoy saludando oficialmente. Sir Jedia Teneb. Soy Eliana Rose de la familia Rose.

Los dos ya se habían encontrado varias veces. Ya había pasado un tiempo desde que se presentaron. Sin embargo, la autopresentación de Eliana tenía un significado diferente. Estaba destinado a borrar la leve hostilidad de su relación anterior y llevarse bien como colaboradores. Jedia tomó su mano y dijo:

—Soy Jedia Teneb. Que ambos logremos las cosas que cada uno de nosotros quiere.

—Esto es lo que la gente llama cooperación. Es realmente genial tenerte como colega.

Eliana le soltó la mano con auténtica alegría. Ante esa vista, Ulysses asomó un poco la cabeza y dijo:

—¿No es tu reacción muy diferente a la nuestra?

—Es porque esta persona es tan rígida que no mentiría ni jugaría ningún truco. ¿No es cómodo estar cerca de una persona así?

Ante las sinceras palabras de Eliana, Gillian y Ulysses se echaron a reír. Jedia fue el único que no se rio.

Al día siguiente, Eliana se reunió con el rey y la reina de Contino. Todos los sirvientes junto a ellos fueron despedidos, y solo Gillian y Eliana fueron convocados. Era muy temprano en el día.

Jedia decidió no revelarse por razones estratégicas y Ulysses viajó para transmitir la situación a la nación de Conter. Eliana y Gillian planeaban volver a sus ciudades después de la audiencia con el rey.

Eliana había solucionado temporalmente los problemas de la familia Seamus y ahora tenía que resolver los problemas de la familia Hunter. Sharchen estaba embarazada, por lo que era su turno de ser expulsada.

Actualmente, el momento no era el adecuado. Aún así, ¿no sería genial escapar después de que ella terminara de rectificar un poco la situación? Le tenía que sacar más dinero a Pepe…

Más que la situación política que rodeaba a las naciones de Contino y Conter, a Eliana le dolía la cabeza cuando pensaba en la familia Hunter. Sin embargo, trató de no mostrar eso frente al rey.

—Eliana Rose.

—Sí, Su Majestad.

—Escuché que no te gusta que te llamen señora Hunter.

—Sí, eso es verdad.

—¿Por qué es así? La familia Hunter es una de las familias más prestigiosas. Es una familia meritoria que contribuyó al establecimiento de este país.

—¿Cómo puedo enumerar los asuntos personales de una familia? Sin embargo, el lugar al que regresaré es la familia Rose, y no la familia Hunter.

—Es posible que pueda cambiar la opinión del barón Karman si fuera usted, por lo que es una lástima para la familia Hunter.

Eliana continuó con una sonrisa.

—Me halaga.

—Definitivamente te recompensaré por contribuir juntos en la resolución del desastre de este reino. Como tal, haz lo mejor que puedas.

—Sí, Su Majestad.

—Vizconde Gillian.

—Sí, Su Majestad.

—Hay una gran carga sobre tus hombros. Por favor, compártela con los que están contigo y regresa.

—Sí, lo tendré en cuenta.

Eliana y Gillian no tuvieron una larga audiencia con el rey. Nada había sido ensamblado completamente todavía. Todavía se desconocía si tendrían más de qué conversar que en este momento después de que todo llegara a su fin.

Sin embargo, se presentó ante el rey en nombre de la familia Rose.

Eliana quería correr hacia su padre y contarle este hecho abrumador. Eliana, a quien criaste sin rendirte, se presentó dignamente ante el rey en nombre de la familia Rose.

Mientras Eliana trataba de no olvidar las emociones que había sentido en ese momento abrumador, la idea de que la familia Rose, que algún día recuperaría su honor como familia aristocrática, cruzó por su mente.

—¡Eliana! ¡Eliana! ¡Esa perra de Eliana!

Sharchen explotó y golpeó la cama varias veces con una almohada. Teniendo en cuenta al bebé en su vientre, no podía hacer nada esforzándose. Solo golpear la almohada ya la hizo quedarse sin energía, y pronto se acostaría exhausta.

Recientemente, las lágrimas de Sharchen siguieron fluyendo sin cesar. Era completamente incapaz de entender la mente de Karman. Por el aspecto de la conversación entre Karman y Eliana, no era diferente de una conversación entre un mayordomo y su dueño. Como solo habían conversado sobre temas relacionados con la familia y la reputación.

Entonces, claramente no estaba siendo vista como una esposa, sino como un mayordomo. Por lo tanto, Karman no ha cambiado de opinión, sino que solo estaba valorando su talento. Sharchen estaba convencido de que le atraía el aspecto intelectual de Eliana que le faltaba.

Sharchen era de baja cuna y tenía pocas oportunidades de aprender. Después de ser salvada por Karman, aprendió a escribir y leer letras nuevamente, pero no estaba interesada en el resto.

Aun así, Karman la amaba.

Ella era consciente de que otras esposas administrarían el hogar y se hizo cargo de su sustento. Pero, ¿tenía que hacerlo la esposa? Sharchen cuestionó esto. Pensó que es un trabajo que puede realizar una doncella principal o un mayordomo competentes.

Sharchen no sentía la necesidad de educación. Solo le dio dolor de cabeza, y no tenía la confianza para hacerlo bien.

Pero Eliana usó bien su cerebro como si hubiera dominado todo desde su nacimiento. Ni siquiera tenía ningún deseo por Karman.

De hecho, ese es el punto que más la enojó. En otras palabras, no tenía ningún sentimiento hacia el Karman que atesoraba.

—Qué molestia. Es irritante, quiero arrancarle esos ojos verdes.

—Señora, por favor piense en el bebé en su vientre.

—¡A quién le importa eso! ¡El bebé también se sentiría de la misma manera! ¡Cómo deseo que la mujer que hizo sufrir así a mi madre desaparezca sin dejar rastro!

Si Eliana desapareciera, nunca más volvería a aparecer una mujer como ella. Nunca había visto a una mujer tan inteligente como ella. Entonces, Karman nunca volvería a titubear.

Solo el divorcio no fue suficiente. Tuvo que hacerlo para no existir sobre la faz de este mundo.

«Puedes echarme la culpa si quieres. Sin embargo, tengo que ser la baronesa en esta vida. He estado esperando ese puesto durante mucho tiempo. El lugar donde podré vivir feliz y elegantemente con Karman.»

Sharchen trató de recomponerse. Ocurrió un asesinato en la capital y se había corrido el rumor de que Eliana lo presenció. Dijeron que fue asesinato por envenenamiento.

Sharchen también estaba tratando de asesinar con veneno. Pero como Eliana había visto morir a alguien por veneno antes que ella, se habría vuelto más sensible a eso.

Sharchen estaba más segura de tomar el cuello de Eliana. De una manera que era directa y le daba una confirmación visual.

—May.

—Sí, señora.

—Dile a Pepe que el plan se cancela.

—Entonces...

—Por favor, ayúdame a encontrar un asesino silencioso y destacado. No me importa cuánto dinero cueste.

—¿Se refiere a un asesino profesional?

—Sí.

Sharchen recordó la apariencia inútil de Pepe, quien tembló y confesó todo cuando fue atrapado por Eliana. Ese tipo de tibieza no funcionaría. Necesitaba a alguien que le quitara la vida completa y profesionalmente.

En el momento en que Sharchen se dio cuenta de que había una nueva vida en su estómago, se volvió aún más serena.

Ahora, ella tenía dos cosas que proteger, y no una. Ella y su propio hijo. Sharchen sostuvo su estómago plano y prometió dejar que su hijo heredara la familia de Jerik Hunter, quien la había ignorado.

 

Athena: A ver si te matan a ti, zorra.