Capítulo 51

Avanzando

Muy pocos Espers habrían tenido el poder suficiente para levantar en el aire a un monstruo del tamaño de una montaña de esa manera. Sin embargo, Ciel lo hizo sin despeinarse.

Volamos cada vez más alto y miré hacia abajo, al paisaje que tenía por delante, uno que me dejó sin aliento porque nunca lo había visto antes.

—Uh, por favor guíame.

Debió haber usado una gran cantidad de poder cuando creó ese mar de fuego a lo lejos. Inmediatamente hice un gesto para quitarme los guantes para guiarlo, pero él fue un paso más rápido.

Apenas había un pelo de distancia entre nosotros y él se inclinó para besarme. Me dio varios picotazos, como besos de pájaro que iban y venían, como si quisiera que yo cediera y abriera los labios primero.

Como si no se le formaran gotas de sudor en la frente, las comisuras de su boca se levantaron. ¿Por qué verlo así me hizo sentir tan emocionada?

Envainé mi katar y extendí las manos para acunar ambos lados de su rostro. Luego, usando mis labios para abrir los suyos, inserté mi lengua y lo guie. Dejé que la energía fluyera de mí hacia él.

Por un momento, su lengua permaneció completamente quieta y congelada, pero pronto comenzó a moverse violentamente. Mientras su lengua se entrelazaba con la mía, sus labios me succionaban, deseándome por completo. Cada vez que nuestros fluidos se mezclaban, sentía que mi energía fluía hacia él.

Ciertamente, a medida que pasaba el beso se hacía más profundo, la eficacia de mi guía aumentaba. Sin embargo, durante el largo tiempo que lo guie, se desató una conmoción abajo.

Mientras me alejaba de él, una línea de saliva se extendió entre nosotros y pronto se rompió.

—Mmmm…

Respiré profundamente y exhalé lentamente, y cuando miré hacia arriba, vi que todavía tenía los ojos cerrados, como si estuviera saboreando algo dulce. No pude evitar mirarlo, pero pronto bajé la cabeza porque se volvió a escuchar ruido abajo.

El monstruo volaba a cierta distancia por debajo de nosotros y se estaba partiendo en pedazos. Cada vez que unos destellos dorados volaban bruscamente a su alrededor, el monstruo aullaba y emitía un rugido tremendo.

—¿Papá?

No podía ver muy bien porque estábamos muy alto, pero estaba segura de que la persona que se movía rápidamente debajo del monstruo era mi padre.

Con su cabello castaño ondeando al viento, blandía su espada libremente.

Después de eso, vi a los guardias entrar corriendo y bajarse de sus caballos.

—Ja… ¿Qué puedo hacer si mi suegro es un maestro de la espada?

Entonces, escuché a Ciel hablar en voz baja. Irónicamente, incluso cuando declaró con indiferencia que mi padre era su suegro cuando ni siquiera estábamos casados, no pude apartar los ojos de mi padre. Esta era una faceta nueva de él que nunca había visto antes.

Todavía en los brazos de Ciel, grité.

—¡Papá!

Entonces, sus ojos dorados siguieron mi voz inmediatamente. Sus ojos, que brillaban como metal frío y duro, siempre tenían una mirada cálida cuando me miraban.

—¡Rin! ¡Papá está aquí!

Las comisuras de mis labios se levantaron automáticamente al oír su fuerte grito. Quería presumir. Ah, así es como se siente.

En el pasado, había una Guía en particular que se sentía especialmente orgullosa de sus padres. En ese momento, pensé que no podía hacer nada al respecto, pero ahora, podía entenderlo correctamente.

Quería correr hacia él en ese mismo instante. Quería que mi padre me abrazara con firmeza. Así que agarré el brazo de Ciel que estaba alrededor de mi cintura.

—¡Bájame!

Pero en lugar de hacerlo, mis palabras provocaron la respuesta opuesta. Ciel me abrazó aún más fuerte.

—Aún es peligroso.

—Está bien ahora, así que llévame al suelo.

—…Uh, dame un momento.

Allí, hacia el monstruo que mi padre estaba descuartizando con su espada, Ciel abrió la palma de la mano. Si bien el monstruo tenía las extremidades completamente destrozadas en ese momento, todavía estaba vivo. Pero en ese momento, le arrancaron la cabeza de manera horrible.

La forma segura de subyugar a este monstruo era destruirle la cabeza por completo. Su cabeza tenía la capacidad de regenerarse mientras estuviera vivo.

Ciel quemó rápida y hábilmente la cabeza del monstruo con sus habilidades de fuego y viento.

El monstruo emitió un grito grotesco, que resonó por todas partes y pronto desapareció. Las personas que estaban debajo miraron a Ciel sin comprender, completamente conmocionadas.

Como si hubieran presenciado un fenómeno inexplicable (o tal vez un milagro) algunos de ellos murmuraron y juntaron sus manos.

Mientras yo aún estaba en sus brazos, Ciel descendió suavemente. Y, tan pronto como mis pies tocaron el suelo, mamá corrió directamente hacia mí como si hubiera estado esperando.

—¡Rin!

—Mamá…

Con solo ver su expresión, se notaba lo preocupada que estaba por mí. Sentí remordimiento, pero si alguna vez volviera a suceder lo mismo, no dudaría en proteger a mi madre nuevamente.

—Esposa, es mejor que tengas cuidado. Puede que todavía queden algunos pequeños monstruos cerca.

Papá abrazó a mamá mientras decía esto. Estaba tan impaciente por correr hacia ellos dos, pero como Ciel todavía tenía sus brazos alrededor de mi cintura, no pude.

—Suéltame.

Por segunda vez, lo agarré de los brazos e intenté quitármelos de encima. Sin embargo, él estaba mirando algo sin mover un músculo.

Seguí su mirada y vi a Morgan, que también estaba mirando a Ciel con dureza.

«Si vais a tener un concurso de miradas, hacedlo vosotros dos. ¡Déjame ir!»

Incapaz de esperar más, sujeté mi propia muñeca con mi mano izquierda y las alineé con firmeza. Inhalé brevemente y usé mi codo para golpearlo en el costado tan fuerte como pude.

—¡Agh!

Sólo entonces sus brazos se aflojaron. Corrí directamente hacia mis padres.

—¡Mamá! ¡Papá!

—¡Ahh, Rin! ¡Mi hija!

Mamá me abrazó y se echó a llorar. Papá me dio unas palmaditas en la cabeza y asintió.

—Lo hiciste bien, Rin.

Al oír sus elogios, sonreí. Pero entonces, mamá levantó la cabeza y lo reprendió de inmediato.

—¿Es eso algo que deberías decir? ¡Podría haber sido un desastre! ¡No puedo más que alegrarme de que Su Gracia haya venido! ¡Casi pierdo a mi hija otra vez!

—Ke-hum, ejem. No, bueno, no puedo regañar a Rin. ¿Cómo puedo regañar a mi hija por hacer lo mejor que puede como miembro de la Casa Closch?

—¡Eso es un asunto aparte! ¡Ya no lo sé!

—Jaja, mi esposa…

Mi padre iba a recibir una reprimenda sin importar lo que dijera. Envolví mis brazos alrededor de los hombros de mamá y le murmuré:

—Mamá, no soy débil.

Quería ayudar a mamá a superar el pasado que aún no podía olvidar.

—Ya no soy una niña.

—¡Rin! Sí, sé que tienes razón. Pero, aun así, decir que lo que hiciste fue imprudente es quedarse corta.

—Mamá, ahora mismo quiero protegerte. Quiero proteger a papá y a mi hermano también. Y, como hija del señor feudal, también deseo proteger a la gente de nuestra finca. Y lo haré. No importa lo que me digas, no podrás hacerme cambiar de opinión.

Al oír la determinación en mis palabras, mi madre levantó la vista. Su rostro, anegado en lágrimas, reflejaba admiración y tristeza a la vez. Sosteniendo sus manos, continué hablando.

—Quiero decir… solo deseo que podamos superar el pasado juntas, mamá.

Mi madre cerró los ojos y derramó lágrimas en silencio. Sus hombros temblaban mientras lloraba y la abracé con fuerza. Entonces, escuché gemidos a mi lado.

Y no parecía que fueran sólo una o dos personas. Cuando me di vuelta para mirar, vi a mi padre mordiéndose los labios mientras contenía las lágrimas. David estaba a su lado, cubriéndose la boca con una mano. Los guardias también se tapaban la boca y me miraban con mucho respeto.

Muy avergonzada, aparté la mirada, pero entonces alguien empezó a aplaudir.

Lo que comenzó como aplausos escasos y espaciados se transformó en poco tiempo en un estruendoso aplauso.

En un instante, la gente que aplaudía en masa gritó exaltadamente.

—¡Asombroso!

—¡Como era de esperar, la familia de nuestro comandante es muy diferente de otras casas nobles!

—¡La respetamos mucho! ¡Señora! ¡Milady!

Y con un fuerte silbido que inundó el aire, todos expresaron su emoción.

Era como los gritos de alegría que se escuchaban en un partido deportivo, cada vez más fuertes. En ese momento, Ciel dio un paso adelante y habló.

—Sí, como era de esperar, una familia con tradiciones bien conservadas es diferente. Una vez más, me siento asombrado por la Casa Closch.

Cuando el duque se adelantó, la gente que lo vitoreaba se entusiasmó aún más.

—¡Su Excelencia también fue increíble! ¡De verdad, esas habilidades no son reales!

—¿Cómo es posible que Su Gracia haya levantado tan fácilmente un monstruo en el aire y lo haya quemado así? ¡Es un hombre de verdad! ¡Creo que me he enamorado!

—Si Su Gracia no hubiera estado aquí, los daños a nuestra tierra habrían sido tremendos. ¡Gracias! ¡Muchas gracias!

Mientras los guardias también vitoreaban, incluso los residentes que estaban escondidos salieron y gritaron de alegría.

Sabía que era motivo de celebración, sobre todo porque habíamos superado una ola monstruosa con daños mínimos, pero no podía levantar la cabeza por timidez.

De alguna manera, me pareció que tenía fiebre solo por la temperatura de mi cara. Entonces, David se acercó y me acarició el cabello.

—Al final, no se puede ocultar que por tus venas corre la sangre de nuestra familia. ¿Quién más que mi hermana pequeña sería tan valiente?

—Hermano… basta.

—¡Dios mío! Debería haberme ocupado de eso desde que comenzaste a practicar el tiro con flechas tú sola todos los días. Ah, me siento un poco triste. Sé que seguirás siendo linda, pero si fueras mi hermano menor, te habría tomado bajo mi protección y te habría enseñado todo tipo de cosas.

—Pero ahora todavía puedes hacerlo. ¿Hay algo que no pueda hacer sólo por ser una chica?

Definitivamente preferiría que él me enseñara, si fuera posible. Así no tendría que ocultar mi formación desde el principio.

Ante mi comentario, David estalló en risas.

—¡No, por supuesto que sí! ¡Te lo enseñaré todo!

Entonces mamá habló con severidad.

—Dei, no la presiones.

Incluso cuando mamá dijo eso, no parecía que estuviera completamente en contra de la idea.

La miré con sorpresa. Mamá, que se había limpiado las lágrimas de la cara con un pañuelo, volvió a hablar con una mirada severa que no se diferenciaba de la habitual.

—Antes de hacer cualquier cosa, tienes que prometerme algunas cosas.

En otras palabras, me estaba dando su permiso. La abracé de inmediato.

—¡Gracias, mamá!

Ahora ya no tendría que esconderme cuando entrenara. Estaba muy emocionada por aprender en serio.

Como Ciel se había mantenido al margen hasta entonces, se acercó a nosotros y sugirió furtivamente.

—Si ese es el caso, entonces también puedo enseñarle a la Dama. ¿Qué opina, baronesa? ¿No sería mejor tener a alguien a su lado que pueda protegerla perfectamente pase lo que pase? Especialmente porque tanto usted como el barón estarán ocupados por el momento.

La sugerencia de Ciel provocó vívidas reacciones en mi familia.

La expresión de mi madre cambió extrañamente.

Y tanto papá como David comenzaron a mirarlo con crueldad.

 

Athena: ¡Enhorabuena, Irene! Al menos ya puedes comenzar a entrenar con facilidad. Aunque Ciel va a intentar meter cabeza como pueda jaja.

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